30 de abril de 2009

No te hundas por favor!


Y sonó el teléfono, y tuve la intención de no cogerlo, pero al final mi instinto me obligo a hacerlo. Sabía que era una de esas conversaciones que es mejor no mantener. Me hubiera gustado vivir en la ignorancia, pero no fue posible.


Al oír aquella voz en un primer momento sentí alegría, pero según se fueron sucediendo las palabras la alegría fue abandonando mi cuerpo, y la tristeza lo invadió todo. Creo que el gesto de dolor quedo perfectamente reflejado en mi cara. Es complicado aceptar que estas siendo engañado por alguien que en principio debería quererte y a quien tú quieres demasiado. Pero eso no es lo más duro de todo, lo peor es saber que una de las personas más importantes para ti, está sufriendo enormemente, y que no podrás apoyarlo o ayudarlo porque ni siquiera recuerda que existes.


Tuve un momento de bloqueo y de confusión, me hubiera gustado llorar y gritar en ese mismo instante, pero no fue posible dado que me encontraba en un lugar inapropiado. Por suerte no estaba sola, eso fue importante para mí. Un brazo rodeo mi espalda y me abrazó, y unos labios besaron mi mejilla, y sentí por un instante que ese dolor se difuminaba. Hay esta la importancia de un pequeño gesto, que muchas personas pueden considerar insignificante, pero que otras como yo consideran fundamental. Logre serenarme externamente y la confusión fue pasando poco a poco.


Pero ahí seguía el dolor, un dolor inmenso, el mayor dolor que se puede llegar a sentir. Había sufrido muchas veces por cosas similares, pero jamás sentí que me habían olvidado sin querer. Por suerte para mi, en este momento tampoco estuve sola, hubo una persona que me acompañó en todo momento. Comprendía perfectamente lo que estaba sintiendo, sabía perfectamente que las palabras no consuelan ante una situación así, que lo único que te puede animar es saber que tienes a alguien en quien apoyarte, alguien que está a tu lado y que no va a dejar que caigas por ninguna razón. Alguien que con sus palabras y con sus hechos me demostró que jamás voy a estar sola. Ya que cuando las lágrimas no pudieron aguantar más, las seco rápidamente y me abrazó para que supiese que estaba ahí, que yo no estaba sola en esto. Nunca antes habían hecho algo así por mí.


Porque la actitud de estas dos personas fue fundamental para mi, jamás dejare de dar un beso, un abrazo, de secar las lagrimas de quien llora ni de dar una palabra de aliento en ningún momento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jolin! me ha encantado lo que has puesto , y claro que siempre estaremos para no dejar que te caigas eso jamas!!
a los amigos se les apoya, se les quiere hasta el final!!!
Animo que todo pasa!!! ya lo veras!!!
MP

Lourdes dijo...

intente que expresase realmente lo que senti en ese momento, el título es lo mejor (proviene de un sms famoso, jajaja)y eso hare, no hundirme jamas, para poder apoyaros en todo lo que necesiteis. (que gracia lo de MP)