3 de junio de 2009

Sueños!


Los sueños a veces se hacen realidad, y eso es lo bonito de vivir, poder pensar que tus anhelos algún día pueden cumplirse. Siempre fui una persona excesivamente soñadora, me encanta imaginarme mil historias, visualizar mil situaciones diferentes. Algunas son completamente irreales e imposibles, pero bueno me sirven para liberar mi mente, dejando volar mi imaginación. Soñar es una de las sensaciones más bonitas que existen, el mundo es maravilloso, las conversaciones son como nos gustan, con todas las palabras que esperamos escuchar y como es solo un sueño pues podemos decir lo que nos apetezca y no pasara nada. Las personas son perfectas, hechas a nuestra medida con todas las virtudes que nos hacen falta para lograr complementarnos. Todo lo que esperamos nos es concedido, porque nosotros mismos no vamos a hacernos sufrir en un sueño impidiéndonos cumplir nuestros deseos. Por eso el mundo de los sueños es fantástico. Es como tener una lámpara mágica a la que pedir no solo tres deseos, sino todos los que nos apetezca, porque nos serán concedidos.

Cuantas veces soñé que era una persona feliz, que la vida me sonreía y que todo a mí alrededor era perfecto. Y mil veces más me desperté de ese sueño cayendo en la cruda realidad, y viendo que no era tan feliz como deseaba, que lo que me rodeaba la mayoría de las veces, era una verdadera mierda. Pero a pesar de que la vida trataba de desmoralizarme, yo seguía soñando cosas bonitas. Necesitaba ser feliz aunque solo fuese en mis sueños, aunque solo fuese un segundo e interiormente.

Evidentemente a lo largo de mi vida he tenido momentos felices, si dijese lo contrario estaría mintiendo. Pero fueron momentos muy concretos, felicidad efímera, de esa que sólo dura unas horas o un día. Yo soy feliz cuando apruebo un examen, cuando en un evento deportivo sucede lo que deseo y mi atleta favorito gana, cuando me voy de fiesta con mis amigos y me lo paso genial, cuando la salud de mi familia me permite ver que aún seguirán acompañándome unos días más y que no me abandonarán tan fácilmente… Pero como he dicho esta felicidad me dura instantes. Yo aprendí a vivir disfrutando de mis pequeñas ráfagas de felicidad, de mis pequeños momentos de gloria. De ese modo era feliz. La felicidad duradera la dejaba para mis sueños. Pero ahora puedo decir que los sueños a veces sí que se hacen realidad, porque mi mayor sueño se cumplió. Soy feliz, la vida me sonríe y lo que me rodea es perfecto. Ahora sé que mi felicidad si está durando el tiempo suficiente como para no pensar que es algo meramente pasajero.

No sé que habré hecho para merecer esto, pero voy a disfrutar completamente de mi momento de gloria, la felicidad, como he dicho, es efímera, y la voy a aprovechar al máximo porque nunca se sabe cuándo se va a terminar. En este momento desearía que no se terminase nunca, pero sé perfectamente que eso no depende de mí. Yo seguiré soñando que soy feliz y que todo me va bien, con un poquito de suerte mis sueños se siguen haciendo realidad y sigo siendo feliz durante mucho tiempo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dsifruta que como dices tu la felicidad es efimera y se nos va entre los dedos, asique hay que aprovecharla al maximo!

Y los sueños a veces se hacen realidad!!!

MP

Niña triste, hiperestésica dijo...

"And you may say i'm a dreamer, but i'm not the only one..."
Me encanta esa canción, me pega con el texto`.