4 de enero de 2010

Rememorando el viejo año

Ahora hecho la vista atrás y me doy cuenta de que he crecido y madurado tanto el último año que me cuesta creerlo. He aprendido tantas cosas, he disfrutado muchísimo y he sido realmente feliz.

Fue un año que empezó como casi todos, lleno de ilusiones y esperanzas, pero esta vez esos sueños no cayeron en saco roto, gran parte de los mismos se cumplieron. Un año en el que hubo cosas malas, muy malas, como la enfermedad de mi abuela, el momento más duro para mí de todo el año. El vivir separada de ella, me está costando más de lo que jamás imaginé. El año en el que descubrí que hay personas malas que disfrutan haciendo daño a los demás, pero nadie conseguirá hundirme. Como dice un amigo mío, la justicia cósmica existe, y pone a cada uno en su lugar.

Pero también hubo cosas buenas. Fue el año en el que amplié mi círculo de amistades, hice tantos amigos como los logrados en toda mi vida. Y puedo decir que son amigos de verdad, de los que estarán ahí cuando los necesite. Disfrute de la vida universitaria en toda la extensión de esa palabra, salí de fiesta, baile, canté, reí, hice viajes con mis amigos, comidas y cenas... Hice todo lo que no había hecho el resto de mi vida. Un año en el que mis resultados académicos fueron sorprendentemente buenos, y he de decir que tuve que esforzarme muchísimo, pero ese esfuerzo mereció la pena. Tal vez el año, en el que realice el último examen oral de toda mi carrera, aun que debo esperar un poquito para poder afirmar esto con total rotundidad. El año en el que por fin me gradué, momento muy emocionante para mi.

Pero lo más importante para mí, es que el 2009 fue el año en el que me enamore de la persona más maravillosa del mundo, del mejor hombre que existe (al menos para mí), y desde ese día he sido inmensamente feliz. He aprendido tantas cosas a su lado que jamás podre agradecérselo suficientemente.

He podido disfrutar de momentos maravillosos como ver una puesta de sol a la orilla de un río y creer que ese era el instante más maravilloso de toda mi vida. He escalado las montañas más altas que conocía y lo hice por los caminos más escabrosos, pero ahora puedo decir que la experiencia mereció la pena. También aprendí a volar, y eso que al principio me daba un miedo espantoso, pero tuve la ayuda necesaria, las instrucciones precisas, y puedo decir que ahora no me arrepiento de haberlo logrado, sino que disfruto de ello cada día.

GRACIAS A TODOS LOS QUE HABEIS HECHO QUE EL 2009 HAYA SIDO EL MEJOR AÑO DE MI VIDA

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me doy por aludida!!!! asique De nada!!!
MPCS