14 de marzo de 2009

Que complicado es ser uno mismo!!


Es tan complicado saber cómo es realmente una persona… Normalmente nos rodeamos de gente y pasamos miles de horas con ellos y no sabemos cómo son en realidad. A mí esto me pasa normalmente con mis amigos de la facultad, se como es su parte seria, cuáles son sus opiniones sobre política, religión, sobre si se debería legalizar tal o cual cosa, si debería modificarse una ley… Es decir, se cual es su opinión sobre todos los temas espinosos de la actualidad, pero no sé como son. Las personas no somos solamente seriedad y frialdad, tenemos nuestra parte cariñosa, nuestra parte alegre y divertida, nuestra parte gamberra… y por unas cosas o por otras es imposible mostrarte tal cual eres en un ambiente tan frio, serio y metódico como es el de las clases en una facultad de derecho.

Por supuesto que considero amigos a todas las personas en las que estoy penando al hablar de la facultad, pero es una amistad con ciertas carencias. Si no fuese por las maravillosas horas tomando café, no sabría absolutamente nada de ellos. Los cafés son para mí una válvula de escape, ahí se puede conversar más abiertamente, pero siguen habiendo cosas que ni en estos momentos salen a la luz, siguen ocultas en lo más profundo de nuestro ser. A veces te encantaría mostrarlas, pero te echas para atrás porque consideras que no procede, y que te miraran de forma extraña. Hay tantas veces en las que he deseado hacer una broma, ponerme a cantar, o simplemente dar un beso o un abrazo, pero no he sido capaz de hacerlo, por temor a que mi actitud fuese inadecuada.

El otro día descubrí que yo me suelo esconder en mi misma y por lo tanto casi nadie me conoce, me muestro seria, fría, arisca y distante. Qué triste es que no sepan que soy tan diferente a como ellos me ven. Me di cuenta que en un momento dado y lejos de la facultad me mostré tal como soy, hice lo que mi corazón me mandaba y deje a un lado a la razón, y todos se sorprendieron al saber cómo soy en realidad. Fue un momento alegre y triste a la vez. Me alegró porque ahora saben que soy alegre, positiva, cariñosa, atenta… y triste porque hasta ese momento me prive de la amistad de ciertas personas a mí misma, por seguir lo que se supone que son las reglas sociales establecidas de comportamiento.

Por lo tanto he aprendido una gran lección, debo ser yo misma en todo momento, es evidente que no me voy a poner a cantar en mitad de una conferencia, aun que me apetezca hacerlo, pero sí que voy a encontrar diariamente el momento para ser YO con todos los que me rodean, y no me privaré de un beso o un abrazo jamás!!

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