11 de octubre de 2009

Y no me equivoqué


Siempre soñé con un momento así, precioso, que fuese solo mío, únicamente mío. Pero todo era tan complejo, tan difícil… que parecía prácticamente imposible. Me dio por pensar en mil cosas, analizar la situación completamente, ver todos los pros y contras que tenía. Lo hice siguiendo el consejo de alguien muy querido para mí, y creo que hice bien en analizarlo todo. Vi las cosas buenas, pero esas ya las había visto hace mucho tiempo. Vi que sería feliz, inmensamente feliz, sabía que era algo precioso, algo que únicamente ocurre una vez en la vida, tenía clarísimo que ese era el momento porque yo así lo había querido.

Pero no todo en la vida es un camino de rosas, también me tuve que enfrentar a todas las cosas no tan buenas, a todos los miedos que os podáis imaginar. Tenía tantas referencias, tantas cosas por analizar, que estuve cientos de horas pensando, incluso creí que mi cabeza iba a explotar. En mis miedos estaba el dolor y el sufrimiento. Nada puede ser bonito si te causa dolor, por pequeño que sea. Tenía un miedo horrible a defraudar a mi familia, a mis padres concretamente. Ellos llevaban toda la vida enseñándome la forma en la que debía afrontar la vida, cuál era el camino que debía de seguir, por eso el poder defraudarlos me causaba un dolor horrible. No soportaría ver sufrir a mi madre, sería lo peor que me podría pasar en la vida. Miedo al fracaso, a errar en mi actitud, a equivocarme y que ya no hubiese vuelta atrás.

Pensé tantas cosas, que por mi cabeza paso la idea de no seguir adelante con mis pensamientos y con mis ilusiones. De esta forma mis padres no sufrirían nunca, yo no les causaría daño ni dolor. Pero por otra parte pensé que era perjudicial para mí pensar solo en los demás, no pensar en lo que yo deseaba, en lo que yo quería. Por lo tanto al final me decidí, a seguir a delante con mis proyectos y con mis ilusiones. Aparté de mi mente todos los miedos que la habían rondado y que tanto mal me habían hecho, y solo escuche las cosas bonitas que había en mi corazón.

Y llegó el gran día, sin prepararlo, sin quererlo, me enfrenté a todos mis miedos y a todas mis alegrías. Y fue algo precioso tal cual me lo había imaginado en mis mejores sueños. Ahora no me arrepiento de nada, porque soy feliz, tan feliz como jamás imagine. Pensé en mí, en lo que yo quería, en lo que a mí me haría feliz, y no me equivoqué.

31 de agosto de 2009

Bazofias humanas


A todos nos encanta conocer cosas y ampliar conocimientos, somos seres racionales y muy curiosos. Siempre deseamos hacernos una idea lo más real posible de todo lo que nos rodea, para que nada nos sorprenda, para que no nos asuste ni nos cause daño. Y si somos curiosos con las cosas que nos rodean, mucho más lo somos con las personas. Las cosas son lo que son, y difícilmente pueden cambiar, por lo que no es complicado conocerlas, y una vez que lo hemos hecho no hay nada en ellas que nos pueda sorprender.

No pasa lo mismo con las personas. Los seres humanos podemos engañar, aparentar ser como no somos, simplemente por conveniencia, porque creemos que con esa actitud distinta a la real vamos a sacar un provecho para nosotros. Y esto es lo realmente triste, las personas que se muestran de una forma únicamente para engañar a los que les rodean, con cinismo e hipocresía consiguen hacer amigos, crean un mundo imaginario a su alrededor, y se aprovechan de la buena fe de los que creen que son sus amigos. Únicamente buscan causar dolor, hacer daño a los demás, están mintiendo constantemente, jugando con los sentimientos ajenos, aprovechándose del buen corazón de las personas que a diferencia de ellos, no son pura escoria.
Pero no se puede fingir toda la vida, siempre hay gestos o actitudes que nos delatan, que nos muestran tal cual somos. Además solemos necesitar contar a alguien como somos realmente, y ahí es donde es más sencillo que se traicionen a sí mismos los que viven en un mundo inexistente. Ni el guion mejor escrito se podría interpretar constantemente, todo el mundo se cansa alguna vez, y debemos estar hábiles para descubrir a quienes nos mienten y nos engañan. Yo soy bastante perspicaz y me suelo dar cuenta de cómo son las personas realmente. Rápido descubro los corazones podridos que me rodean, gente con tan mala baba que únicamente causa daño a propósito, porque parece que ese es su único divertimento en la vida. No se dan cuenta que en esta vida todo se paga, la moneda algún día se volverá del otro lado, y solo espero estar ahí para verlo. De momento seguiré fingiendo como hacen ellos, fingiré que no me di cuenta de quienes son realmente, fingiré que no se que son bazofias humanas, seres completamente despreciables, a los que me encantaría decir a la cara todo lo que pienso de ellos, a los que me encantaría descubrir para que las personas menos hábiles que yo, estén prevenidas de las ratas que los rodean. Me encantaría desenmascararlos, ponerlos en el altillo enfrente de todos, y que todos los que les rodean se den cuenta que incluso una rata de cloaca tiene mejores sentimientos que ellos, para que cuando alguien pase a su lado se den cuenta de que huelen a podrido, de que son basura y que sería mejor que no existiesen. Pero no puedo hacer esto, asique seguiré esperando a que el destino haga su papel, y el día que todo caiga por su propio peso, estaré ahí para disfrutar de ese momento, del triunfo de la verdad, de que por fin se hizo justicia.

29 de agosto de 2009

¿A quién se lo voy a contar?


Cuando tienes todo lo que soñaste en la vida y eres feliz, te entran los miedos extraños a perderlo todo y a volver a la situación anterior. Yo ahora soy feliz y tengo miedo de que todo lo que me rodea desaparezca y me vuelva a quedar sola, inmensamente sola, sin nadie a quien contar mis cosas y sin nadie con quien compartir mi tiempo. Pienso que puedo perder lo que tengo por una actitud mía, porque de repente deje de ser lo que los demás esperan de mí, porque me convierta en algo diferente que ya no sea bueno para nada, porque mi interior cambie y con ello haga daño a los que me rodean.

Y ese es mi verdadero miedo, hacer daño a las personas que quiero. Jamás me perdonaría causar un segundo de sufrimiento y de dolor a un ser querido para mí, es algo que realmente me aterra. Preferiría sufrir yo eternamente antes de causar un segundo de dolor a las personas que amo. Por lo que siempre daré mil vueltas a la cabeza para no equivocarme, para actuar como es debido, para ser correcta… Aunque me estoy dando cuenta que no puedo ser tan correcta como me gustaría, creo, y no dista mucho de la realidad, que últimamente estoy teniendo actitudes no demasiado buenas, de las que me arrepiento enormemente, por las que personas que me rodean están sufriendo. Sé que hablo de cosas que no debo en el momento menos apropiado, que pienso en determinadas cosas cuando por mi mente no debería pasar nada, que con mis actos estoy provocando lagrimas que no deseo, y todo esto me hace sentir mal, extremadamente mal, porque estoy haciendo todas y cada una de las cosas que detesto, y me hacen pensar que soy lo peor del mundo.

Y se perfectamente que todo esto pasa por mi gran miedo a la soledad, mi vida está a punto de quedarse vacía, dentro de poco arrancaran uno de mis apéndices fundamentales y será como si me arrancasen un brazo o una pierna, tendré que aprender a vivir sin ellos, aunque me cueste enormemente. Porque ahora ¿a quién se lo voy a contar? A nadie porque solo habrá vacio.

20 de agosto de 2009

De robot anticuado a humano racional


Solo intentaba ser una persona normal, igual que el resto de los mortales, pero era imposible. Tenía demasiadas dudas y demasiado miedo para actuar sin pensar las cosas cientos de veces antes de hacerlas, lo cual restaba naturalidad a sus actos, y le hacía pasar por duros momentos de angustia. Siempre pensó que no necesitaba que nadie lo aconsejara, que nadie le diese su opinión sobre sus actos, pero esto no era más que una farsa, al igual que el resto de su vida. Necesitaba a un buen amigo, al igual que necesita el aire para respirar. Necesitaba desahogarse, contar todo lo que estaba viviendo, necesitaba que le dijesen que lo que le estaba pasando era lo normal, que no había ningún problema, que todo saldría bien. Necesitaba los sabios consejos de una persona cercana, de alguien que le conocía como a la palma de su mano. Y esos deseos se cumplieron, alguien lo escuchó atentamente y lo aconsejo de la mejor manera posible. Ahora solo quedaba aplicar esos consejos a la práctica y dejar de vivir de aquella manera artificial, abandonar su vida de robot anticuado, dejar de ser una maquina, convertirse en un ser humano racional. Aunque este cambio de maquina a persona le costase la vida, sería capaz de superarlo, al igual que había superado otras cosas en su corta vida.

16 de agosto de 2009

Encuentro!


Era una tarde calurosa de verano, bajo de casa ataviada con un vestido y sandalias, pero el calor era tan intenso que sentía que su piel se evaporaba al mismo ritmo que se evaporaban los segundos que faltaban para encontrarse con él. Estaba impaciente, necesitaba desesperadamente llegar a aquel parque y que el reloj marcase las siete en punto. Cuando por fin llegó noto una gran sensación de alivio, allí bajo los frondosos árboles sintio un frescor nuevo rozando su piel, que contraste tan grande. Tal vez no había tanta diferencia entre la calle y el parque, pero los nervios de aquel encuentro hacían que ella estuviera mucho más sensible de lo habitual. Se sentó en un banco bajo un gran fresno y con la mirada perdida en un estanque lleno de patos y ocas, que nadaban y revoloteaban tranquilamente como si nadie estuviese observándolos. Parecía que el reloj se había detenido, que el tiempo no pasaba, aquellos minutos se la hicieron eternos, pero por fin llegarón las siete.

Él aparecio sonrriente como siempre, era un hombre que se caracterizaba por estar siempre feliz, al menos aparentemente feliz. Vestido con bermudas y chanclas, intentaba mitigar el calor con una botella de agua. Llegó hasta donde estaba ella, ambos se miraron y estuvieron así, con la mirada perdida en los ojos del otro durante mucho tiempo, era como si todo lo demás no existiese. Poder ver el rostro del ser amado era lo único que les daba felicidad, una felicidad que hacía tiempo no sentían. Ella no quería dejar de mirar aquellos ojos porque tenía la sensación de que si apartaba la vista su mundo de felicidad se esfumaría, y por nada del mundo quería que eso pasase. Al final ambos se abrazaron, apretarón el cuerpo del otro contra el suyo con mucha fuerza, intentando con ello sentir lo que no habían sentido en tanto tiempo. Ambos continuaban callados sin decir ni una palabra, simplemente sintiendo la respiración del otro, sintiendo su calor, percibiendo su olor... ese tipo de cosas que tanto echaban de menos cuando no podían estar juntos. Ella fruto de la emoción incontrolada que estaba sintiendo empezó a llorar, un llanto de felicidad que era incapaz de evitar. Así abrazada a él, sintiendo su cuerpo, sabiendo que estaba a su lado y que la quería, era la persona más feliz del mundo. Hacía tiempo que no tenía una sensación como aquella, de hecho creo que no la había tenido nunca. Jamás se había sentido igual, si había sentido cosas parecidas, pero no tan intensas. Él al sentir que ella estaba llorando se echó a llorar también, ambos se volvieron a apretar con tanta fuerza que casi impedían que el aire entrase en sus pulmones. Al final se oyó un te amo, dicho por ambos al unísono.

Esta fue la sensación más bonita que habían tenido jamás. Por suerte ahora ya nada los separaría, nunca más se echarian tanto de menos, y no volverían a sentir ese vacio interior que llega a corroerles por dentro. Ahora todo es bonito, todo es maravilloso, eran las dos personas más felices del mundo y sería así por mucho tiempo.

12 de agosto de 2009

Debemos perseguir nuestos sueños


Francine era una chica a la que le encantaba soñar con la vida de cuento que quería tener, le encantaba la naturaleza, cantar, bailar y ser libre como los pajaros que revolotean de un lado a otro. Eso sí, siempre lejos de las miradas de los seres más curiosos, dado que era una chica tímida y reservada para sus cosas. Por mucho que la gustaba cantar y bailar era incapaz de hacerlo si cerca de ella había un ser desconocido o que a pesar de conocerlo no la inspiraba la suficiente confianza. Era una chica constante y lo suficientemente inteligente como para saber que era lo correcto y lo que la convenía en la vida. Su verdadera pasión eran los animales, la encantaba jugar con ellos, verlos correr o saltar, verlos libres en plena naturaleza.

Le entusiasmaba la idea de viajar a la selva con un equipo de voluntarios y poder entrar en contacto con los grandes mamíferos existentes en la tierra. Pero para ello necesitaba del apoyo de sus padres, lo cual era extremadamente complicado ya que ellos reprobaban esta idea suya. En su familia eran mal vistas las personas que se dedicaban a viajar a la selva sin ningún tipo de preparación y simplemente por el placer de vivir en plena naturaleza ayudando a otras especies a continuar su progreso. Eran mal vistos porque los tachaban de vagos, de personas demasiado lunáticas y de no tener la suficiente madurez como para asumir que la vida no son solo los placeres que te puede entregar una vida alejada de la humanidad y de la gran ciudad, alejada de los grandes problemas que existen en el mundo y viviendo de la caridad de nuestros semejantes.

A pesar de que sus padres no lo veían con buenos ojos, Francine decidió solicitar una beca y de este modo poder viajar con un equipo de voluntarios al centro de la sabana africana. La beca le fue concedida y aun sin el beneplácito de sus padres, emprendió aquel viaje que no tenía vuelta atrás. No comunicaba a sus padres la mayor parte de sus proyectos, unicamente sabían que ella estaba en un país extranjero ayudando al desarrollo y protección de las especies más amenazadas.
En un principio había cosas que le daban demasiado miedo, jamás había vivido en la selva, ni había estado rodeada de verdaderos animales salvajes. Pero con el paso del tiempo se adaptó a su nuevo medio, y supo sacar provecho a aquella experiencia que se presentaba ante sus ojos. Si recordaba a sus padres se sentía mal porque sabía perfectamente que no estaban de acuerdo con ella, pero no estaba dispuesta a que sus padres controlasen su vida. Por lo que unicamente se dejo llevar, y se dedico a descubrir todo lo bonito que podía ofrecerle aquel nuevo entorno, todo lo maravilloso que estaba ante sus ojos. Se entregó completamente a su nueva vida de voluntaria y fue completamente feliz. Eso era lo que ella deseaba, lo que la entusiasmaba desde hacía años, y por lo único que merecía la pena vivir. Si se hubiera achantado ante la presión de sus padres, jamás hubiera conocido lo bonito que es vivir en un lugar tan paradisiaco como aquel, el placer que se puede sentir al acostarse sobre la tierra seca y mirar al cielo completamente plagado de estrellas en una noche templada y de luna llena, rodeada de naturaleza y con el sonido de las fieras salvajes de fondo.

29 de julio de 2009

¿Por qué no soy capaz de...?


¿Por qué no soy capaz de decir lo que pienso y lo que siento? ¿Por qué si soy capaz de decir todas las tonterías que me cruzan por la cabeza? ¿Por qué me cuesta decir las cosas verdaderamente importantes y sin embargo digo las insignificantes?

Toda mi vida estuvo llena de momentos transcendentales en los que mi boca debió pronunciar algunas palabras y sin embargo nadie escuchó ni una sola. Soy una cobarde, y me temo que se porque es, si alguien conoce realmente tu interior te tiene en sus manos, puede utilizar todo lo bueno y malo que tu digas en tu contra. Soy lo suficientemente madura e independiente como para detestar que mi vida este en manos de otra persona que no sea yo misma. Me encanta dirigir mi propia vida, llevarla por donde yo creo que me conviene más a cada minuto, aunque eso suponga grandes cambios en el rumbo inicialmente establecido.

Pero esto es excesivamente egoísta. No me doy cuenta que por ser así, estoy privando a determinadas personas de conocer mi interior, no estoy siendo del todo franca con ellos, no les estoy dando todo lo que merecen de mí. Me avergüenza mi comportamiento infantil, ya que cuando llega el momento importante en el que debo actuar, aparto la vista y procuro refugiarme entre las piernas de mama porque ahí me siento protegida, ahí nada me pasará. Y actuando así, no voy a ningún sitio. Lo único que hago es hacer daño a los demás, a la gente que realmente me importa, a las personas que realmente quiero.

¿Y cómo cambiar mi comportamiento? Sé que lo debo hacer, porque es lo que realmente deseo. No me gustaría hacer daño ni por un instante a un ser querido para mí. Pero ¿cómo lo hago sin herirme a mi misma? Sin hacer que me sienta aún peor por haber traicionado mis principios o mi forma de actuar toda la vida. Necesito un cambio de actitud urgente, levantarme un día y haber dejado en la almohada todas esas cosas que tanto detesto en mí. Pero es tan difícil que no se si lo conseguiré algún día, solo espero que si no llegó a ser la persona que deseo, nadie sufra por ello. Perdonadme yo no tengo la culpa de ser incapaz de mejorar, de ir por el camino correcto.

28 de julio de 2009

El pajarito que no se atrevía a volar


Erase una vez un pequeño pajarito que no sabía volar. Tenía un miedo terrible a pesar de que su mamá y el resto de pajaritos amigos lo apoyaban en todo momento. Todos le animaron a salir del nido, a dejar libres sus alas y volar sobre los verdes prados que aparecían ante sus ojos. El paisaje era precioso y él deseaba llegar al final de aquél verde desfiladero, porque aunque todos le decían que la vista desde allí era espectacular, necesitaba verlo por sí mismo. Pero el miedo que tenía era más grande que sus ganas de llegar a ver lo que todo el mundo le había relatado tantas veces. Tenía miedo de intentar volar y que sus alas no estuvieran preparadas, tenía miedo de que algo saliera mal, miedo al fracaso, a caer del nido y no poder levantarse nunca más.


Sólo necesitaba un último empujoncito, una palabra de aliento, un último gesto de cariño para atreverse a cruzar el desfiladero. Estaba completamente convencido de que era capaz de hacerlo, sabía que estaba preparado para aquel gran reto, pero no se atrevía a confesárselo a nadie. Necesitaba un compañero de viaje, alguien que hubiera llegado hasta allí, alguien que le mostrase el camino. Si se embarcaba el sólo en aquella travesía jamás vería el impresionante paisaje que había bajo sus alas. Pero ¿cómo explicarle a alguno de sus amigos que después de tanto tiempo estaba preparado para aquella maravillosa experiencia? No encontraba las palabras, no sabía cómo hacerlo. Quería pero no podía, en todas las ocasiones que se le presentaban no tenía el valor suficiente para pedir ayuda a cualquiera de sus amigos. Por eso a día de hoy el pobre pajarito aún no ha visto el final des desfiladero que diariamente ve desde su nido, aun no sabe lo bonito que es volar, aun no ha tenido esa gratificante experiencia de ver el mundo desde el aire, de sentirse libre, de volar. Espero que pronto reúna el valor suficiente y empiece a volar y no lo deje de hacer nunca, porque es la experiencia más maravillosa que existe, ser libre, completamente libre.

26 de junio de 2009

Llegaré a la Luna


Cuando era pequeña deseaba ser astronauta, pero eso era extremadamente complicado. Siempre me enseñaron que hay que luchar por nuestros sueños y hacer todo lo que esté en nuestra mano por hacerlos realidad. Por ello con un gran esfuerzo y sacrificio de mi familia logre ir a estudiar aeronáutica a Estados Unidos, ya que si quería viajar a la Luna, lo mejor que podía hacer era ir allí, conocer la NASA por dentro e ir ganando puntos para poder pertenecer a una expedición que en un futuro viajase al espacio. Me costó muchísimo vivir en un país lejano y estar rodeada de gente extraña, con una cultura diferente y un idioma odiado para mí. Pero era mi sueño. Deje mi vida social para otro momento, y únicamente me dedique a estudiar, todas las horas que podía, sólo descansaba cuando necesitaba realmente dormir, o cuando tenía que comer. Me hubiera gustado ser inteligente, una de esas personas que tienen una mente privilegiada, pero no era mi caso. Por lo tanto, tuve que esforzarme hasta la extenuación, porque era la única forma de llegar a donde yo quería. Debía estudiar mucho y eso fue lo que hice.


Con tanto esfuerzo llegué a aprender muchísimo, con esfuerzo y ahínco fui dando grandes alegrías a mi familia cada vez que aprobaba asignaturas, y poco a poco fui viendo la luz. Por fin logre acabar la carrera y me convertí en aeronáutica. Cuantos años de esfuerzo máximo, pero dieron sus frutos. Ahora solo faltaba que la NASA confiara en mí, que me diesen la oportunidad de cumplir mi sueño. Pero aunque mi expediente era maravilloso, eso no sucedió.


En esto como en muchas otras cosas de la vida, no todo esfuerzo tiene su recompensa, lo cual es bastante frustrante. Los que iban consiguiendo plazas para ir de expedición a la Luna, eran personas que se habían esforzado menos que yo, que habían tenido vida social, que habían vivido, personas que merecían mucho menos que yo ese maravilloso premio. Pero bueno la vida es injusta, yo me alegro por ellos, seguro que desean tanto como yo conocer la Luna.

No cesaré en mi empeño de conseguir una plaza, y poder descubrir lo que se siente al caminar sobre la luna, aunque siempre habrá personas, que reciban ese premio sin merecerlo, yo lo recibiré con justo merecimiento.

También quería ser más guapa, más inteligente, más alta… pero esas cosas sí que no las puedo cambiar, son las que son. Por lo tanto seguiré luchando contra las injusticias de la vida, para que los premios de la vida los reciban los que se lo merecen realmente. Llegaré a pisar la Luna y ese día me acordaré de todos los que pisaron la Luna antes que yo, de los que ocuparon mi puesto injustamente, pero no con resentimiento, sino con pena. Pena de que hayan llegado a donde no deberían haber llegado nunca por su falta de principios y de amor por lo que realizan.

Ese día llegará, y ese día seré feliz. Contribuid todos a que el mundo cambie, no deis premios a los que no lo merecen, premiad a los que se esfuerzan, a los que realmente se han dejado la piel por cumplir sus sueños. Ayudad a que nuestra sociedad sea más justa.

21 de junio de 2009

La película de mi vida!!


Hace tiempo me empecé a plantear el porqué de mi actitud en muchas cosas. Pensé si yo era la persona que quería ser, si era como a mí me gustaba ser. La respuesta evidentemente fue negativa, yo no era lo que yo esperaba de mí. Era un ser bastante parecido en muchas cosas pero muy distante en otras. Creí conveniente cambiar mi actitud y empezar a ser yo misma, ese ser que yo amaba, pero que tenía reprimido en mi interior por diversas causas. La mayor parte de las veces reprimía mi forma de ser o de pensar, para aparentar ser otra persona, y que nadie pudiese meterse conmigo, para no dar motivo a comentarios y criticas, de las que realmente estaba cansada. Todo eso consiguió anular mi personalidad, realmente me llegué a sentir un cero a la izquierda. Ese tipo de personas grises, insignificantes, sosas e invisibles en las que nadie repara. Una persona sin personalidad, era lo que los demás esperaban que fuese, no lo que yo era realmente. Pero así lo único que estaba consiguiendo era sufrir. Era infeliz, porque jamás podía mostrarme como era, porque no podía actuar como yo deseaba, no podía hacer una broma, cantar una canción, ponerme unos vaqueros o simplemente dar un grito en un momento dado. Era un personaje de ficción creado por las mentes diabólicas de unas cuantas personas que se dedicaron a estropear mi vida, a hacer que yo tenga un mal recuerdo de mi infancia, que odie el colegio y los primeros años de instituto. Me hicieron tanto daño, que pensé que el problema era yo. Creí que yo era una persona incapaz de relacionarse con los demás, que era tan extremadamente rara que por eso tenía tantos problemas, que era tan tonta que nadie quería compartir su tiempo conmigo, que era tan mala que nadie quería ser mi amigo, que era tan poca cosa que nadie podía quererme. Cuantas lágrimas derrame por culpa de esos maravillosos directores de cine, pero no lágrimas de alegría porque nos hubiesen otorgado un Oscar, sino lágrimas de dolor, de un dolor inmenso.


Llevo todo este lastre a mis espaldas. Tantos años de represión y de aparentar ser quien no era me han marcado para siempre. Me hicieron perder la poca autoestima que yo podía tener. Pero un buen día, me di cuenta de que en este mundo nadie es más importante que yo, nadie es mejor que yo, nadie está por encima de mí. Todos somos personas, y todos tenemos derecho a ser como deseamos, a actuar como creamos conveniente. Me canse de interpretar el papel que habían escrito para mí, aborrecí la vida de actriz que me habían otorgado. Un buen día me levante y me dije a mi misma que a partir de ese instante interpretaría el papel más bonito que había escrito nunca un director de cine, me interpretaría a mí misma, y viviría mi vida a mi manera.


Mucho tiempo me costó sacar otra vez ese yo que había ido anulando con el paso de los años, pero lo logre. En un principio me pareció que la idea no había sido demasiado buena, porque me estaba costando demasiado, pero fui fuerte y no ceje en mi empeño de demostrarle al mundo que soy una persona, un ser humano como otro cualquiera, y que a mí no me hace daño quien quiere sino quien puede. Poco a poco fui hablando con gente, demostrándoles que aunque no lo creyesen, yo tenía voz, y que no resultaba tan complicado escucharla. Les demostré que podía ser divertida, y que sin lugar a dudas podía ser una buena amiga. Conseguí que me viesen como soy, y que determinadas personas considerasen que era una buena idea pasar el tiempo a mi lado. Encontré amigos, en un primer momento, me resulto raro tenerlos, llegué a desconfiar de ellos como de todo el mundo, y creo que la amistad solo era por un lado, y por mi parte solo había falsedad. Pero al final me di cuenta, de que no todo el mundo quiere hacerme daño, y que realmente eran amigos. Me costó hacer bromas, cantar, dar besos y abrazos, bailar… me costó ser yo, pero lo hice. Me costó dar mi opinión, porque pensé que se iban a reír de mis ideas y me iban a hacer daño otra vez, pero decidí que jamás iba a callar mis ideas, que a quien no le gustase debía aguantarse igual que lo llevaba haciendo yo tantos años.


Tarde en mostrarme tal cual soy, pero creo que lo logre. Y hoy cuando me hago la pregunta de si soy quien quiero ser, la respuesta es afirmativa. Soy la persona que deseo, soy el ser que yo he querido ser, soy yo misma, y eso me encanta, porque ahora soy feliz. Tengo amigos, hay gente que me quiere, hago siempre lo que me dicta mi corazón y puedo decir lo que pienso en cada momento. Aun tengo algunos traumas de esa infancia horrible que pase, pero por suerte tengo personas maravillosas a mi lado que hacen que todo ese dolor vaya desapareciendo poco a poco. Ahora solo me tengo que preocupar de ser yo y así seré feliz. Un consejo a todos, sed los directores de vuestra propia vida, escribid los guiones vosotros mismos, y de ese modo seréis actores y actrices de Oscar. No dejéis que nadie os dirija. De ese modo la felicidad esta asegurada.

13 de junio de 2009

Cenicienta!


Creí que mi vida era un cuento maravilloso. Un cuento en el que solamente pasan cosas bonitas y buenas. Lo podría relacionar con la cenicienta. Cuando más lo necesitaba apareció mi hada madrina, y logró que todo lo que me rodeaba se volviese de cuento. Tenía un bonito vestido, unos lindos zapatos de cristal, una carroza espectacular… y también tenía la suerte de tener un príncipe dispuesto a bailar conmigo. Creo que podía ser la envidia de cualquier persona que desease una vida feliz y apacible. Ya que en mi vida de cuento, no había momento para el dolor y el sufrimiento, todo eran alegrías y buen rollo. Eso sí, cual cenicienta, en cuanto el reloj tocase las doce, mi mundo de fantasía desaparecería.
Tuve la ilusión por un momento de que eso no pasase, realmente deseaba seguir fantaseando, era mucho más bonito. Soñé que me quedaría ahí, en ese baile, y que el reloj no correría nunca más. Tuve la esperanza de que al ser una buena chica, mi carroza no se convertiría en calabaza. Pero eso era demasiado pedir. Tal vez el tiempo corrió un poquito más despacio, pero sonaron las doce, y ya no se podía hacer nada más. Mi carroza se convirtió en calabaza, mi bonito vestido volvió a ser un harapo, y mis zapatos de cristal se volvieron espantosos. Tuve que regresar a mi realidad, a mi casa, a tener a mi madrastra constantemente intentando hacerme la vida imposible.
Sufrí ese cambio de actitud de sobremanera. De ser feliz a ser desdichada. De que todo fuese bonito a que todo fuese triste. Tuve que sacar fuerzas de flaqueza y enfrentarme a mi madrastra particular. En un momento dado me dio miedo, ese enfrentamiento podía traer más problemas a mi vida. Pero todo fue bien, mi madrastra dejo de hacerme la vida imposible, y me avisó que mi príncipe azul había regresado para comprobar si el zapato de cristal que había encontrado era mío. Y sí, lo era. Así que ahora vuelvo a vivir en un cuento de hadas precioso.

3 de junio de 2009

Sueños!


Los sueños a veces se hacen realidad, y eso es lo bonito de vivir, poder pensar que tus anhelos algún día pueden cumplirse. Siempre fui una persona excesivamente soñadora, me encanta imaginarme mil historias, visualizar mil situaciones diferentes. Algunas son completamente irreales e imposibles, pero bueno me sirven para liberar mi mente, dejando volar mi imaginación. Soñar es una de las sensaciones más bonitas que existen, el mundo es maravilloso, las conversaciones son como nos gustan, con todas las palabras que esperamos escuchar y como es solo un sueño pues podemos decir lo que nos apetezca y no pasara nada. Las personas son perfectas, hechas a nuestra medida con todas las virtudes que nos hacen falta para lograr complementarnos. Todo lo que esperamos nos es concedido, porque nosotros mismos no vamos a hacernos sufrir en un sueño impidiéndonos cumplir nuestros deseos. Por eso el mundo de los sueños es fantástico. Es como tener una lámpara mágica a la que pedir no solo tres deseos, sino todos los que nos apetezca, porque nos serán concedidos.

Cuantas veces soñé que era una persona feliz, que la vida me sonreía y que todo a mí alrededor era perfecto. Y mil veces más me desperté de ese sueño cayendo en la cruda realidad, y viendo que no era tan feliz como deseaba, que lo que me rodeaba la mayoría de las veces, era una verdadera mierda. Pero a pesar de que la vida trataba de desmoralizarme, yo seguía soñando cosas bonitas. Necesitaba ser feliz aunque solo fuese en mis sueños, aunque solo fuese un segundo e interiormente.

Evidentemente a lo largo de mi vida he tenido momentos felices, si dijese lo contrario estaría mintiendo. Pero fueron momentos muy concretos, felicidad efímera, de esa que sólo dura unas horas o un día. Yo soy feliz cuando apruebo un examen, cuando en un evento deportivo sucede lo que deseo y mi atleta favorito gana, cuando me voy de fiesta con mis amigos y me lo paso genial, cuando la salud de mi familia me permite ver que aún seguirán acompañándome unos días más y que no me abandonarán tan fácilmente… Pero como he dicho esta felicidad me dura instantes. Yo aprendí a vivir disfrutando de mis pequeñas ráfagas de felicidad, de mis pequeños momentos de gloria. De ese modo era feliz. La felicidad duradera la dejaba para mis sueños. Pero ahora puedo decir que los sueños a veces sí que se hacen realidad, porque mi mayor sueño se cumplió. Soy feliz, la vida me sonríe y lo que me rodea es perfecto. Ahora sé que mi felicidad si está durando el tiempo suficiente como para no pensar que es algo meramente pasajero.

No sé que habré hecho para merecer esto, pero voy a disfrutar completamente de mi momento de gloria, la felicidad, como he dicho, es efímera, y la voy a aprovechar al máximo porque nunca se sabe cuándo se va a terminar. En este momento desearía que no se terminase nunca, pero sé perfectamente que eso no depende de mí. Yo seguiré soñando que soy feliz y que todo me va bien, con un poquito de suerte mis sueños se siguen haciendo realidad y sigo siendo feliz durante mucho tiempo.

27 de mayo de 2009

La gran montaña!!


Y cuando me desperté lo primero que vi al abrir los ojos fue una inmensa montaña, infranqueable, que se presentaba ante mí. Sabía perfectamente que para continuar mi camino debía superarla, porque irremediablemente, yo, necesitaba estar del otro lado. En un primer momento no me dio demasiado miedo, ni pensé demasiado en ella. Considere que podría encontrar la manera de bordearla, que no sería necesario subir por sus escarpadas laderas. Pero no estaba en lo cierto. Intente bordearla de mil maneras y fue imposible, por cualquiera de sus lados me encontraba numerosas dificultades que hacían imposible llegar a donde yo quería. Por esta razón empecé a plantearme que la única posibilidad que tenía era escalar la montaña. A mí los grandes esfuerzos nunca se me dieron bien, pero me lo tome con filosofía. Pensé que lo único que necesitaba era prepararme perfectamente para ello. Entrene mucho tiempo, horas y horas de arduos entrenamientos, para lograr la mejor condición física que me permitiese emular a los grandes alpinistas. En esos momentos recordé las charlas que un gran alpinista me dio cuando era pequeña, cuanta sabiduría, que buenos consejos. Consejos que en aquel momento pensé que jamás utilizaría, porque nunca me plantee la posibilidad de tener que convertirme en deportista de elite, ni siquiera por un día.


Cuando consideré que estaba física y mentalmente preparada para asumir uno de los mayores retos de mi vida, me enfrente a ello. Pero cuando llegue a la mitad de la montaña, tuve que descender, regresar de nuevo al campo base. Que duro fue aquello, tanto esfuerzo para nada. Me sentí completamente frustrada. En ese momento me planteé seriamente si esforzarse valía la pena realmente. Porque yo vi grandes horas de mi vida tiradas a la basura, un gran esfuerzo no recompensado. Lo vi todo negro, pensé seriamente que aquella montaña era infranqueable, que jamás lograría llegar al otro lado y ver su otra vertiente, que era la que yo necesitaba.


Tuve que borrar esas malas experiencias de mi cabeza y empezar de cero. De otro modo no habría sido capaz de volver a intentarlo. Asique con mucho esfuerzo, más psicológico que físico, encontré la fuerza necesaria para plantearme subir aquella montaña de nuevo. Recabé toda la fuerza posible, me preparé para ello psicológicamente. Descubrí que la verdadera fuerza está en nuestra cabeza. Si nosotros nos creemos que podemos con algo, realmente lo conseguiremos, por más complejo que sea. Y eso hice, todo el mundo me apoyo en mi decisión, todos me dieron su ánimo y me mandaron energía positiva. Hasta que llegó el día en el que tuve la sensación de que podía superar la montaña y por fin vería el otro lado, el lado al que tanto tiempo deseaba llegar. Empecé a subir por sus laderas, y realmente las primeras rampas me parecieron imposibles. Todo era tan duro que tuve la sensación de que esta vez tampoco llegaría a la cima. Pero no cesé en mi esfuerzo, estaba preparada para ello, yo sabía que esta vez sí que podía. Continué con todo el dolor de mi corazón, no quería que mi esfuerzo por enésima vez fuese en vano. Y según iba ascendiendo las rampas se fueron suavizando, todo empezaba a ser mucho más asequible para mí. Subí y subí, y pensé que no llegaba el final. Hubo un momento de duda, en el que realmente creí que tendría que descender de nuevo. Pero no perdí la esperanza, confiaba en mí, aunque no se lo había reconocido a nadie.


Cuando por fin vi que estaba en la cima de la montaña, no me lo podía creer, que sensación tan bonita, que alegría tan grande. Podía ver el otro lado de mi camino, ese camino que llevaba tantos años buscando y que no había manera de encontrar. Por fin mi esfuerzo había merecido la pena. Ahora me siento extraña estando al otro lado, creo que por un momento extraño mi montaña, extraño el tener algo en la cabeza que este requiriendo de mi esfuerzo constantemente. Pero supongo que se me pasará rápidamente porque una nueva montaña aparecerá en mi vida. De momento vivo en una apacible pradera, que era lo que me esperaba al otro lado del camino. Me alegro de haberme esforzado hasta la extenuación para llegar hasta aquí.

Te quiero mama!!


Hay determinados momentos en los que pienso que ser madre debe de ser muy bonito, simplemente por el sentimiento maravilloso que tienen las madres hacia sus hijos. Ese amor desmedido que jamás espera nada a cambio. Pero solo lo digo por eso, aun no he cambiado de opinión, siguen sin gustarme los niños, y sigo sin querer ser madre. Pero los sentimientos de una madre deben ser únicos y maravillosos. Daría lo que fuese por saber qué es lo que le ronda a mi madre por la cabeza en muchas ocasiones. Cuanto se preocupan por nosotros, como se desviven en cada problema que tenemos, siempre están ahí, aunque en muchas ocasiones de forma cruel las herimos vilmente. Que poco reconocido esta su cariño. Muchas veces pensamos que solo nos imponen normas o nos preguntan por nuestras cosas, para intentar controlar nuestras vidas. Pero yo creo sinceramente que no es así, una madre intenta saber que les pasa a sus hijos para poder ayudarlos el día que estén sufriendo, para impedir que caigamos al suelo, y si caemos, sin lugar a dudas ellas serán las primeras en venir a levantarnos.


Mi madre me da el cariño más sincero y más puro que existe en el mundo. Es la persona que nunca me ha dejado, ni en los peores momentos. Siempre la he tenido a mi lado, dándome su apoyo y su cariño. Recuerdo perfectamente cuando era pequeña y estaba enferma, mi mami estaba constantemente a mi lado, preguntándome si quería algo de comer, si me apetecía ver algo en la tele o si necesitaba cualquier cosa. Se pasaba las noches en vela por estar a mi lado. Y cuanto me reconfortaba uno de sus besos o abrazos en esos momentos, creo que esa era la mejor medicina del mundo. En mis múltiples operaciones siempre ha sido la última cara que vi antes de entrar al quirófano, la última palabra de aliento que escuchaba, y por supuesto la primera cara que veía cuando lograba despertar de la anestesia. Siempre tan preocupada por mí, siempre a mi lado. Cuantas malas noches ha pasado a por mi culpa, y jamás la he oído queja alguna.


Cuanto ha sufrido con mi sufrimiento. Cuantas horas de angustia ha pasado la pobre con mis exámenes, en determinadas ocasiones creo que ha sufrido más que yo. Pero siempre ha estado ahí, para animarme, la única voz sabia y cierta que a mí me encanta escuchar. Porque es la única que logra relajarme, la única que me entiende y que pone un poquito de cordura a mis transitorias locuras.


Me ha apoyado en todas mis decisiones, aunque en algunas no estuviese de acuerdo, porque lo que ella quiere principalmente es que yo sea feliz. Siempre me ha dado buenos consejos, que yo he aceptado sabiendo que eran los más sabios que podía recibir. Una madre nunca nos mentiría, serían incapaces de hacernos daño.


Un amor tan grande y tan puro se merece todo nuestro respeto. Jamás seré capaz de agradecer y de compensar todo ese cariño en la medida que ella se merece. Me ha dado más de lo que yo la he dado. La quiero por sobre todas las cosas de este mundo, porque es lo más puro que existe en mi vida. La única persona que no me fallara nunca y por la que yo daría mi vida si hiciese falta sin dudarlo ni un instante.

18 de mayo de 2009

Amor

Como he cambiado en una semana… La semana pasada era una pobre chica llena de problemas y comeduras de tarro. Tenía algo en mente a todas horas y eso me impedía realmente estar en paz. Mis miedos, mis vergüenzas, mis paranoias…. Todo junto hacía que mi vida interior fuera muy parecida a un infierno, cuantos debates mantuve conmigo misma. A veces me aparecía el ángel que todo lo ve bonito, y yo lograba ser feliz por un instante, pero rápidamente aparecía el demonio que venía a recordarme que a mí las cosas jamás me salen bien, que yo siempre debo sufrir, que soy la que lo paso mal en todas las ocasiones.

Pero mi suerte cambió al final de la semana, y me di cuenta que a veces las cosas cambian radicalmente. De repente un día dejas de ser la persona sufridora que has sido toda la vida, para convertirte en la persona más feliz sobre la faz de la tierra. Yo nunca creí que podía pasarme algo bueno, ni que alguien pudiese quererme, porque ¿cuál sería el motivo?, ¿por qué me podrían querer? Tal vez me menosprecio demasiado, pero creo sinceramente que no soy buena para nada, no soy un ser maravilloso en ningún aspecto y considero que hay millones de personas mejores que yo. Por lo tanto mi teoría se reafirmaba, jamás nadie me querría. Pero tuve que desechar esta teoría, porque ahora ha dejado de servirme, ya no es tan real como antes. Sé que hay una persona que me quiere por como soy, que vio en mi algo, que se supone, merece la pena, algo que me hace diferente a las demás. Yo aún estoy sorprendida de mi suerte, porque justo encontró algo bonito en mi, el hombre que yo deseaba que lo encontrase.

Desde entonces levantarme por la mañana es mucho más sencillo, ir a la facultad ahora es para mí algo vital de lo que no podría prescindir. Sé que seré feliz al escuchar su voz, al ver sus ojos o mirar su sonrisa. Sé que seré feliz estudiando porque él estará a mi lado dándome apoyo constantemente, aun que a veces yo no me deje apoyar. Soy feliz únicamente con su presencia, porque le quiero más de lo que jamás me podría haber imaginado que podría querer a alguien en tan poco tiempo. Y como no le voy a querer si es un hombre maravilloso, capaz de aguantarme, apoyarme, entenderme… y con un corazón enorme. Es la mejor persona que he conocido jamás, me trata como a una reina, creo que me da más de lo que yo merezco, aunque mucha gente dice que nunca es demasiado. Le adoro con sus virtudes y defectos, porque le quiero tal cual es, porque es la única persona que consigue que yo sea feliz, y consiguiendo hacerme feliz no debo pensar en nada más. El resto de cosas carecen de importancia.

16 de mayo de 2009

Confusiones aclaradas!!


¿Por qué razón daré siempre mil vueltas a todas las cosas que pasan a mi alrededor? Es una pregunta que me llevo haciendo muchísimo tiempo, y todavía no he encontrado la respuesta. Tal vez sea que no quiero equivocarme, que no me gusta quedarme con la primera impresión que tengo, porque muchas veces no es correcta, que simplemente quiero rozar la perfección que no existe en ningún aspecto de la vida. Para intentar llegar a esa idea correcta de la realidad intento tomar consejo de la gente que me rodea, siempre piensan más dos cabezas que una. Pero esto no siempre me da resultado. He llegado a la conclusión de que en determinadas ocasiones únicamente yo misma debo resolver ciertas preguntas y ciertas dudas que me surgen. O al menos solo debo confiar en las personas adecuadas, ya que de otro modo lo único que haré será angustiarme al no lograr aclarar mi mente.


Por suerte he llegado a esta conclusión, creo que después de mi semana de parlanchina oficial, fruto de la felicidad en la que me encuentro, volveré a ser yo, la misma chica de siempre, esa persona reservada y celosa de sus pensamientos, sentimientos e ideas. Por lo que solamente confiare en las personas que no traten de amargarme la vida, porque yo sola me basto y me sobro para amargarme la existencia.


Agradezco una conversación que mantuve ayer, porque logre aclarar mi mente y liberarla de la horrible presión que la amenazaba desde hace días. Está claro que solo debo escuchar lo que piensan las personas que realmente me importan. Te debo dar las gracias porque hiciste que me diese cuenta de que los tópicos no siempre son ciertos, las generalidades nunca son buenas. Me abriste tu corazón y me explicaste como veías el mundo, y aunque yo no fui muy expresiva, por culpa de la confusión en la que me encontraba, espero que aunque de forma somera entendieses mi postura. Siempre sabes cómo debes decirme las cosas, en qué momento y con qué palabras, para que yo pueda vivir feliz. La presión nunca es buena, lo sé, planificar milimétricamente nuestras vidas tampoco es la postura correcta. Por eso aunque nadie más que tú me entienda y me comprenda, yo seré feliz, porque la única opinión que me importa en este caso es la tuya. Solo hablar contigo consiguió que mi mente se aclarase, ya no me agobiaré, ni me angustiare en exceso, porque se lo que piensas.


Perdón por no saber expresar mejor lo que siento y lo que pienso, en determinadas ocasiones es muy complicado para mí, porque ni yo misma logro comprenderme. Supongo que es cuestión de tiempo, ya me aclarare y en ese momento seré capaz de abrir mi corazón completamente y podre explicarte todo lo que ronda por mi mente, sin vergüenza, sin censuras… Qué suerte tengo por haberte encontrado, porque seas así, tan único y maravilloso, porque sepas escucharme y comprenderme, porque siempre me trates con tanta dulzura y con tanto amor, porque me quieras tanto, porque estés a mi lado y consigas que yo sea la persona más feliz del mundo.

12 de mayo de 2009

Soy feliz!!!

De repente me vi ahí, sentada en una silla de la terraza de una cafetería cualquiera, enfrentándome a la conversación más difícil que he tenido en toda mi vida. Realmente no sabía cómo afrontar aquella situación, llevaba mucho tiempo dándole vueltas pero aún no había llegado a la conclusión correcta. Mis amigos conociéndome, trataron de ayudarme, y si, puede que me ayudase mucho lo que me dijeron, pero a la vez también consiguieron ponerme más nerviosa. Quería tener aquella conversación, sabía que nada malo podía salir de ahí. Pero tenía un miedo horrible, miedo a perder algo que quiero mucho, miedo a darme cuenta que de repente me había quedado sola sin el apoyo de una de las personas más importantes para mí, miedo de despertarme y no poder mirar esos ojos de la misma forma en la que lo llevo haciendo tanto tiempo. Uní el miedo y la vergüenza, y de repente me encontré en una situación de pánico escénico, me costaba articular palabra, todo me resultaba tan raro, todo era tan nuevo para mí. Por suerte empecé a escuchar las palabras que tanto deseaba oír, y dichas por la persona que deseaba que las dijese, y todo se me hizo mucho más fácil. Yo misma pude empezar a hablar con cierta normalidad, aunque reconozco que debí sonar patética. Escuche algunas de las palabras más bonitas que me han dicho nunca, aunque no por ello me sentí cómoda al escucharlas. Es tan raro asumir que una persona que ha ocupado una posición en tu vida, la deja para asumir otro rol diferente. Y mucho más raro se me hizo escuchar su voz diciendo aquellas benditas palabras.

Pero a pesar de toda la vergüenza que pase, de mis nervios y de mi angustia, agradezco profundamente haber hablado aquella tarde, haber mantenido la conversación que más ha cambiado mi vida. Porque desde entonces puedo decir que soy la persona más feliz del mundo. Siento que por fin algo me sale bien en la vida. Si le quiero, no tengo ningún problema en reconocerlo, le quiero y soy feliz!!

5 de mayo de 2009

¿Por qué ahora?


Y de repente escuche el timbre y lo primero que pensé es quién será a estas horas. Me sorprendí muchísimo cuando abrí la puerta y vi aquel rostro. Me tuve que parar un momento a reflexionar, a buscar entre mis recuerdos alguna imagen con la que poder relacionar la cara que estaba viendo. Pero no encontraba nada, busque y busque, y solo encontré un gran vacío. Necesite unas cuantas palabras que me explicasen que era lo que estaba pasando, y con un poquito de esfuerzo por fin logre recordar. De repente mi cabeza se lleno de antiguas sensaciones, recordé momentos felices y también momentos amargos. Y me hice una gran pregunta, ¿Por qué aparece ahora? ¿ por qué viene sin avisar?.


Hace unos años que hubiese llamado al timbre habría sido lo mejor que me habría podido pasar, pero ahora… Creo que he cambiado mucho, y no solo yo he tenido que sufrir ese cambio. Aquel rostro y aquella voz descolocaron mi vida por un momento, me llevaron al pasado, a un recuerdo que siempre permanecerá en lo más profundo de mi memoria, a varios instantes concretos, que lograron perturbar mi calma. Empecé a imaginar en mi mente miles de conversaciones que quedaron pendientes, pero ¿es ahora el momento de recordar todo aquello? Me parece que no, ahora tal vez es demasiado tarde para algunas cosas. Ya no tengo 13 años, ya no pienso igual, ya no soy la misma. Han pasado 10 años desde la última vez que nos vimos, y creo que es demasiado tiempo.


Sinceramente pienso que debería haber aparecido antes, yo lo estuve esperando durante mucho tiempo, lo espere con ilusión, con paciencia… pero no llegó. Y ahora se presenta así, y viene a inquietar mi vida, a desconcentrarme, a llenarme la cabeza de pajaritos que revolotean de un lado a otro, y consiguen que jamás tenga paz! Me avergüenzo de mi reacción, me siento tan tonta… Creo que cuando vi su cara y logre relacionar, mi cara fue la misma que cuando tenía 13 años, idéntica, un claro ejemplo que para esto no maduré. Me siento mal conmigo misma, debería crecer, y afrontar mejor las cosas, pero no puedo… Busco en mi memoria y no encuentro el recuerdo correcto al que agarrarme para no dejar que la corriente me arrastre.

3 de mayo de 2009

Por fin!!


Que difíciles son algunos momentos de la vida. Momentos en los que tú interiormente te sientes mal por diversas causas y para colmo ves sufrir a la gente que quieres y lo pasas aún peor. Cuanto duele ver el dolor de los seres a los que amas profundamente, es una sensación de impotencia tan grande… Sabes perfectamente que darías incluso tu vida porque ese dolor no existiese, porque todo fuese bien y en el camino solo hubiese alegría y felicidad, pero lo único que puedes hacer es acompañar en el sufrimiento y en el dolor. Demostrarles que sigues ahí, con una llamada, con un gesto de cariño, con una palabra de aliento…

Es tan frustrante, saber que lo que está mal no va a mejorar, sino que ira yendo a peor poco a poco y que cada vez el dolor será más grande. En estos momentos reafirmo mis ideas sobre la existencia de ese ser superior en el que mucha gente cree. Reafirmo que no existe, al menos así lo veo yo. ¿Qué dios bueno y bondadoso podría causar tanto dolor? Tengo claro que estamos solos en esto, muy solos, y lo único que podemos hacer es apoyarnos en nuestros semejantes, para no caer al suelo antes de tiempo. Respeto que muchas personas necesiten tener fe para soportar el dolor, pero yo no la necesito, la busque desesperadamente hace años y descubrí que jamás la encontraría. Aprendí a tener fe solamente en mi misma. Sólo necesito que las personas que quiero estén a mi lado y con eso soy capaz de soportarlo todo, incluso el dolor mas grande. En mi misma soy capaz de encontrar todas las respuestas a lo que siento, a lo que me pasa, y a lo que les pasa a los demás, aunque a veces me cuesta más de la cuenta.
Pero ayer por fin encontré una respuesta que llevaba tiempo buscando.

30 de abril de 2009

No te hundas por favor!


Y sonó el teléfono, y tuve la intención de no cogerlo, pero al final mi instinto me obligo a hacerlo. Sabía que era una de esas conversaciones que es mejor no mantener. Me hubiera gustado vivir en la ignorancia, pero no fue posible.


Al oír aquella voz en un primer momento sentí alegría, pero según se fueron sucediendo las palabras la alegría fue abandonando mi cuerpo, y la tristeza lo invadió todo. Creo que el gesto de dolor quedo perfectamente reflejado en mi cara. Es complicado aceptar que estas siendo engañado por alguien que en principio debería quererte y a quien tú quieres demasiado. Pero eso no es lo más duro de todo, lo peor es saber que una de las personas más importantes para ti, está sufriendo enormemente, y que no podrás apoyarlo o ayudarlo porque ni siquiera recuerda que existes.


Tuve un momento de bloqueo y de confusión, me hubiera gustado llorar y gritar en ese mismo instante, pero no fue posible dado que me encontraba en un lugar inapropiado. Por suerte no estaba sola, eso fue importante para mí. Un brazo rodeo mi espalda y me abrazó, y unos labios besaron mi mejilla, y sentí por un instante que ese dolor se difuminaba. Hay esta la importancia de un pequeño gesto, que muchas personas pueden considerar insignificante, pero que otras como yo consideran fundamental. Logre serenarme externamente y la confusión fue pasando poco a poco.


Pero ahí seguía el dolor, un dolor inmenso, el mayor dolor que se puede llegar a sentir. Había sufrido muchas veces por cosas similares, pero jamás sentí que me habían olvidado sin querer. Por suerte para mi, en este momento tampoco estuve sola, hubo una persona que me acompañó en todo momento. Comprendía perfectamente lo que estaba sintiendo, sabía perfectamente que las palabras no consuelan ante una situación así, que lo único que te puede animar es saber que tienes a alguien en quien apoyarte, alguien que está a tu lado y que no va a dejar que caigas por ninguna razón. Alguien que con sus palabras y con sus hechos me demostró que jamás voy a estar sola. Ya que cuando las lágrimas no pudieron aguantar más, las seco rápidamente y me abrazó para que supiese que estaba ahí, que yo no estaba sola en esto. Nunca antes habían hecho algo así por mí.


Porque la actitud de estas dos personas fue fundamental para mi, jamás dejare de dar un beso, un abrazo, de secar las lagrimas de quien llora ni de dar una palabra de aliento en ningún momento.

27 de abril de 2009

Felicidad!!


Hay veces que a tu alrededor pasan cosas que te desconciertan, cosas extrañas que no sabes muy bien como interpretar. Cosas que las mires por el lado que las mires, seran para ti toda una sorpresa. Son algunos comentarios, palabras, miradas o gestos que dichos en un momento concreto o por una persona determinada, pueden implicar muchas cosas que pueden llegar a cambiar tu vida. Hay situaciones que nos vienen grandes, y por eso son dificiles de aceptar. Aunque nos cueste reconocerlo, todos somos un poquito egoistas, y siempre intentamos que las cosas nos vengan bien a nosotros mismos aunque los demas no esten tan bien. Por eso no queremos asumir algunas cosas porque implicarian un gran cambio en nuestra vida, implicaria dar explicaciones, retractarse de algunas cosas dichas... Y retractarse siempre cuesta porque es ir en contra de uno mismo. Pero si te niegas ha aceptar las evidencias viviras engañandote a ti mismo. Podremos engañar a los demás, pero no a nosotros mismos, ahi estará nuestro corazón para decirnos cual es el camino correcto y cual es la verdad que intentamos ocultarnos.

Hay que dejar que la felicidad fluya, aunque con ella cambie toda nuestra vida, aunque tengamos que cambiar todo lo que habiamos dicho hasta este momento, y tengamos que pedir perdón por ello, aunque nos cueste mucho aceptarlo, debemos ser felices!

Nadie puede negarse a la felicidad, ya que la felicidad esta escondida donde menos te lo esperas, en cualquier rinconcito por el que has pasado mil veces, y jamás te has detenido a mirar. Ahi es donde se encuentra tu felicidad, solo tenemos que tener la paciencia suficiente para pararnos un instante, reflexionar, descubrirla, abrirla la puerta y dejar que entre en nuestras vidas. Y eso es precisamente lo que estoy haciendo yo en este momento, abrir la puerta a la felicidad y dejar que fluya....

2 de abril de 2009

Aprendizaje

He tardado en escribir por diversos problemas personales, enfermedades de familiares y problemas con mis amigos. Pero por suerte todo esta bien ahora.
En estos días me he dado cuenta de que la vida es como una montaña rusa, a veces estas arriba y a veces abajo. Yo normalmente a lo largo de mi vida he estado abajo del todo, siempre triste, sola, tremendamente sola, pero ahora desde hace unos años, y sobre todo últimamente estoy arriba, feliz y con mucha y buena compañía. He descubierto que hay que aprovechar cada momento al máximo, ya que no sabemos cuando nos durara la etapa de felicidad, y hay que disfrutar de los amigos todo lo que sea posible.
También he descubierto que en determinadas situaciones difíciles te puede ayudar la persona que menos te esperas, y el que tu pensabas que iba a estar a tu lado ni siquiera se molesta por aparecer y preguntar. He descubierto que las personas buenas existen, no todo en la vida es como yo pensaba, la bondad esta ahí, esperando a que yo la quiera ver, y esta vez la vi, la quise ver, y la quiero seguir viendo durante muchísimo tiempo. Espero que esa bondad me acompañe durante muchos años, porque con ella cerca creo que puedo ser mas feliz y mejor persona.

20 de marzo de 2009

Amistad


Hoy me he dado cuenta de que la gente me escucha y tiene en cuenta mis opiniones y mis consejos. Esto me ha echo reflexionar, normalmente cuando hablo no suelo pensar mucho lo que digo, hablo de corazón, sin que las palabras que salen de mi boca pasen antes por mi cerebro. Esto la mayor parte de las veces no es bueno, hay que pensar lo que se va a decir, mas que nada, para no herir a nadie y para no perjudicarse a uno mismo.

Pero en el caso en cuestión que me hizo reflexionar, intente ponerme en la situación de la persona con la que conversaba, y mi corazón me fue dictando lo que debía salir de mi boca, creo que hice bien al decir lo que dije, y mas al saber que mis consejos o pensamientos han servido para algo.

No se si soy buena amiga, o no, no se si se dar consejos, o soy pésima consejera, no se si se escuchar o simplemente soy una pantalla sin oidos, lo único que se es que normalmente me dejo llevar por el corazón en lo que respecta a mis amigos. Y mi corazón sabio en estos temas, hace que yo vaya por el camino correcto, hace que escuche cuando debo escuchar, aconseje cuando debo aconsejar, y ría cuando debo reir.

18 de marzo de 2009

Fuera dolor!


Hay momentos en los que uno puede sentir que el mundo se le cae encima, que lo que se pensaba que era alegría y felicidad, de repente se convierte en momentos amargos y complicados. Hay situaciones que hacen que te plantees muchísimas cosas, que llegues a imaginar que lo que te rodea y te hace sentir bien, dejará de estar hay de un momento para otro y que en su lugar solo habrá dolor y soledad. Estos últimos días he tenido la sensación de que en cualquier momento iba a perder algo que quiero, y que de repente me quedaría vacía por dentro, que llegaría a sentir verdadera tristeza. Esto hizo que me diese cuenta de que no suelo valorar realmente lo que tengo, que no se descubrir lo que realmente es importante para mí, lo que quiero, lo que anhelo, lo que me hace ser feliz, y consigue que me sienta bien. Por suerte me di cuenta de que por el momento no me quedaré sola, seguiré feliz y alegre por bastante tiempo, Solo me queda decir “fuera dolor, venga alegría”.

17 de marzo de 2009

Nuevas experiencias!


Hoy ha sido un día raro para mi, después de muchos años en la carrera me ha tocado tener la experiencia de exponer un trabajo en clase, creí que me iba a dar algo al tenerles que explicar a mis compañeros una materia en la que no soy experta, de la que aunque hice el exfuerzo no fui capaz de dominar a la perfección. Pero bueno no fue tan mal como yo pensaba, cuando me presente delante de todos mis compañeros con el atril delante de mi, y todos esperando a que empezase a hablar, pense que no saldrían las palabras de mi boca. Pero hice el esfuerzo de articular palabra, y en cuanto salio la primera frase todo fue más sencillo, y a partir de hay la explicación salió rodada. Mi profesor consideró que estaba suficientemente bien, pero consideró que por nuestro tono de voz, siempre monótono, se había aburrido un poco.

El día no fue lo más maravilloso del mundo pero al final me han dado una noticia que ha conseguido que pueda estar tranquila por fin. Seguramente hoy dormiré mucho más agusto, con más tranquilidad que últimamente. Soy libre y por fin soy feliz.

16 de marzo de 2009

En el camino hay montañas


Una conversación puede cambiar tu vida, puede alterar lo que haces y lo que piensas de una manera insospechada. Nunca pense que unas palabras tontas o unas suposiciones tal vez infundadas y sin sentido me podrían hacer pensar tanto. Si crees todo lo que te dicen puedes dejar tu cerebro extenuado despues de muchas deliberaciones, comprobando todas las opciones posibles y analizando cada gesto, cada palabra, cada situación, elucubrando momentos que tal vez no lleguen a existir jamas. Todas esas cosas que me han echo pensar, no me probocan alegría, tal vez deberían hacerlo, si lo pienso friamente, no es algo tan malo. Pero la realidad es muy diferente, no deseo que dichas suposiciones se conviertan en realidad, eso conseguiría que perdiese algo que en este momento tengo, algo que para mi es importante, algo que considero no debe cambiar de estado porque asi es perfecto, y si ya llego a la perfección, para que modificarlo? solo conseguiriamos algo peor, una carencia, una desgracia con su inseparable tristeza. Esto puede compararse con unas montañas que se te presentan en el camino, y debes flanquearlas subiendo por ellas, porque no hay otra opción de llegar al otro lado, al lado de la felicidad y la estabilidad emocional. Desearía que no hubiese montañas, todo sería mucho mas facil, pero esto es lo que hay... Imaginare que todo esto no paso, que fue un mal sueño, y mañana me despertare feliz, con una sonrisa en los labios, intentare que el día transcurra con normalidad, aceptare mi realidad tal como es. Tal vez si pienso así, no hay montañas, ni siquiera dunas, solo llanura, una llanura maravillosa que me llevara a la felicidad.

14 de marzo de 2009

Que complicado es ser uno mismo!!


Es tan complicado saber cómo es realmente una persona… Normalmente nos rodeamos de gente y pasamos miles de horas con ellos y no sabemos cómo son en realidad. A mí esto me pasa normalmente con mis amigos de la facultad, se como es su parte seria, cuáles son sus opiniones sobre política, religión, sobre si se debería legalizar tal o cual cosa, si debería modificarse una ley… Es decir, se cual es su opinión sobre todos los temas espinosos de la actualidad, pero no sé como son. Las personas no somos solamente seriedad y frialdad, tenemos nuestra parte cariñosa, nuestra parte alegre y divertida, nuestra parte gamberra… y por unas cosas o por otras es imposible mostrarte tal cual eres en un ambiente tan frio, serio y metódico como es el de las clases en una facultad de derecho.

Por supuesto que considero amigos a todas las personas en las que estoy penando al hablar de la facultad, pero es una amistad con ciertas carencias. Si no fuese por las maravillosas horas tomando café, no sabría absolutamente nada de ellos. Los cafés son para mí una válvula de escape, ahí se puede conversar más abiertamente, pero siguen habiendo cosas que ni en estos momentos salen a la luz, siguen ocultas en lo más profundo de nuestro ser. A veces te encantaría mostrarlas, pero te echas para atrás porque consideras que no procede, y que te miraran de forma extraña. Hay tantas veces en las que he deseado hacer una broma, ponerme a cantar, o simplemente dar un beso o un abrazo, pero no he sido capaz de hacerlo, por temor a que mi actitud fuese inadecuada.

El otro día descubrí que yo me suelo esconder en mi misma y por lo tanto casi nadie me conoce, me muestro seria, fría, arisca y distante. Qué triste es que no sepan que soy tan diferente a como ellos me ven. Me di cuenta que en un momento dado y lejos de la facultad me mostré tal como soy, hice lo que mi corazón me mandaba y deje a un lado a la razón, y todos se sorprendieron al saber cómo soy en realidad. Fue un momento alegre y triste a la vez. Me alegró porque ahora saben que soy alegre, positiva, cariñosa, atenta… y triste porque hasta ese momento me prive de la amistad de ciertas personas a mí misma, por seguir lo que se supone que son las reglas sociales establecidas de comportamiento.

Por lo tanto he aprendido una gran lección, debo ser yo misma en todo momento, es evidente que no me voy a poner a cantar en mitad de una conferencia, aun que me apetezca hacerlo, pero sí que voy a encontrar diariamente el momento para ser YO con todos los que me rodean, y no me privaré de un beso o un abrazo jamás!!

12 de marzo de 2009

La Maquina del Tiempo

Hoy me puse a recordar la primera vez que fui a este bar, que de recuerdos se concentran en tan poquito espacio, lo feliz que puede ser una persona solo con recordar su infancia durante un ratito. Fui tan feliz al ver a Espinete y Don Pin Pon, la Gameboy.... Tal vez somos felices porque nuestra infancia es la mejor epoca de nuesta vida, en ella somos inocentes e ingenuos, todo nos parece maravilloso aunque el mundo que nos rodea no lo sea.

11 de marzo de 2009

¿Qué ha pasado hoy?



El mundo ultimamente da asco, hoy viendo el telediario al mediodía me enteré que en Alemania un chico de 17 años había vuelto a su antiguo colegio armado y ha matado a 15 personas y al sentirse acorralado por la policía se ha suicidado. Luego en el telediario de la noche comentan que un hombre de 35 años ha matado a 10 personas entre ellos a su madre, a sus abuelos y a sus tíos. ¿Pero que ha pasado hoy? Estas cosas me dan mucha pena, me hacen darmen cuenta de que el mundo es una verdadera basura, que impulsa a un chico a matar a sus compañeros de colegio? y lo que es aún peor, que hace que una persona sea capaz de matar a su madre? en que tipo de sociedad vivimos? Tal vez es que no somos capaces de inculcar a las personas desde que son niños el verdadero respeto por la vida de los demas. Uno con su vida puede hacer lo que quiera, pero no tenemos ningún derecho a disponer de la vida ajena.

Aquí estoy yo

http://www.youtube.com/watch?v=WAVK_lofFeA

Ultimamente me encanta esta canción, la escucho a todas horas, y no porque cante Bisbal, que realmente no me gusta nada, sino por Noel Schajris, al que seguramente no conozcais, pero que es un cantante que me encanta, y también por Luis Fonsi, ambos cantan genial.
Esta canción me pone de buen humor, y creo que es lo que una persona necesita escuchar cosas que le hagan sentir feliz, que la vida son dos días y hay que disfrutarlos.

10 de marzo de 2009

yo misma

En esta segunda entrada intentaré presentarme. Soy una chica de 23 años, estudiante de derecho, y estoy aqui escribiendo este blog, porque en mi asignatura de informática jurídica, nos estan enseñando ha hacerlo. No se ni por donde empezar a escribir, incluso el nombre del blog ha sido algo improvisado, se me ha ocurrido en los últimos instantes, pero bueno creo que es algo gracioso. Mi contacto más cercano con un blog, fue hace dos años cuando leía el que escribía un amigo mío, asique en este mundo me encuentro un poquito perdida. Supongo que si decido continuar esta aventura acabaré escribiendo algo más coherente, que estas reflexiones expontaneas, ya que tengo a mi profesora con prisa de que acabemos de escribir y publiquemos la entrada.
Tal vez debería contar cuales son mis aficciones, soy una apasionada del ciclismo, para mi el mejor deporte del mundo, me gustan mucho la natación y el atletismo, y en general cualquier deporte individual que pueda ser interesante. Me encanta la música me varios estilos desde la actual pop, hasta música de los años 70, incluso la música clásica. Adoro leer, es algo que me relaja, y me permite viajar a lugares y a situaciones que en otras situaciones no podría conocer. Por lo demás me encanta salir de fiesta con mis amigos como a cualquier persona de mi edad. Y creo que para empezar ya he contado suficientes cosas sobre mi.

El principio de los tiempos

Nunca me había planteado escribir un blog, hasta el momento de hoy que en clase me han obligado a hacerlo, sino no habria caido en este mundo jamás, quien sabe si escribiré mas algún día.